La realidad, nuestra ilustre desconocida

 

Todo eso que llamamos realidad es en gran medida algo desconocido, y no sólo porque hay cosas que aún no hemos podido observar con nuestros “avanzados” instrumentos como los telescopios o los microscopios, sino también porque algo de lo que hemos podido observar carece de explicaciones satisfactorias.

Al hablar de realidad podemos estar refiriéndonos a la realidad observada o a la realidad imaginada.

Lo que habitualmente llamamos realidad es la realidad observada, que incluye la realidad física y la realidad psíquica. La primera de ellas incluye el universo hasta donde resulta visible, y las partículas subatómicas hasta donde también resulten identificables empíricamente.

La realidad imaginada es la que no podemos ver, como un universo que se extendería más allá de los observable o incluso otros universos alternativos.

De todas las preguntas que aún no tienen respuesta, una de ellas es la más importante de todas: ¿por qué existe la realidad? En torno a ella se han elaborado conjeturas fantásticas como la que dice que la realidad es un entorno virtual creado por una supercomputadora. Claro está que ni esta ni otras conjeturas similares resuelve el problema, porque a su vez podemos preguntarnos ¿por qué existe esa supercomputadora? Y así hasta el infinito.

Dudo mucho que alguna vez podamos responder la pregunta fundamental, de manera que el sentido común nos obliga a plantearnos preguntas menos difíciles tales como ¿de qué está hecha la realidad?, que nos remiten a respuestas del tipo espacio, tiempo, materia, energía, materia oscura, energía oscura, átomos, partículas subatómicas, cuerdas cuánticas, etcétera.

También podemos preguntarnos ¿cómo funciona la realidad?, lo que nos lleva a formular leyes termodinámicas, interacciones entre espacio y tiempo o entre materia y energía, el Big Bang, el destino final del universo, la acción de las cuatro fuerzas fundamentales,

Asimismo, la pregunta acerca del porqué existe la vida se ha intentado responderla mediante otros interrogantes: ¿cómo, cuándo y dónde surgió la vida?

Finalmente, otra gran pregunta es ¿qué es la conciencia y qué nos diferencia de otras especies animales?, interrogante que cobró más impulso cuando descubrieron que el genoma humano es 99% idéntico al del chimpancé.